Recuerdos Mundialeros

sábado, 15 de mayo de 2010

Soledad



Reconocer las tardes, se me hace difícil.
Cuan monótonas se me pasan las horas, mirando el reloj. Que cansados están mis ojos, de mirar la nada pasar. Que incierto me parecen los días, cuando amenaza llover. No recuerdo cuando fue la última vez que conversé con el hombre sabio, Una de esas charlas que te hacían estremecer. Se recostó a los pies de su pasado, Se durmió a la sombra de sus recuerdos.
Si, como añoro una tarde de mayo o de junio en que las horas eran infinitas Llenas de colorido, risas salidas del alma. Momentos únicos que se han ido guardando en el baúl de los recuerdos. Tardes grises, noches sombrías, amaneceres violentados por pasos en el silencio. Te he esperado por tanto tiempo, demoraste en venir.

Te refugiaste en la pubertad de una sombra melancólica,
Caminas arrastrando tu tristeza de año en año,
En busca de un sitio donde esconder tu dolor.
Viajas por caminos ya recorridos, revisas tus cartas leídas una y otra vez. Nada te obliga, nada te detiene, nada te perturba.

Demoraste en llegar, te he esperado desde que nací.
Demoraste en llegar y cuando te tuve frente a mi, no te reconocí.
A lo lejos una sirena, a lo lejos el mar, de tan lejos has venido para quedarte, ¡Oh, mí amada Soledad!
La sala está vacía, el cuarto está vacio, las calles están vacías,
Mi alma esta vacía, esperaba por ti.
Como duelen las palabras, como duele respirar, como duele el silencio, Por fin llegaste, Soledad.
Hazme compañía, sé mi amiga. Enséñame tu sabiduría.
Has venido de tan lejos pasa… siéntate ven conmigo a descansar.
Envuélveme en tu gracia, salgamos a caminar.
Por senderos sombríos, por ciénagas a navegar.

Abrázame con tu perfume.
Deja que respire de tu esencia.
Deja que tu sabia corra por mis venas.
Que se inunde mi cuerpo, del dulce aroma de tu ser.
Seamos hermanas, hagamos un pacto, no te separes de mi Soledad.

¡Ven conmigo a vivir, te invito a pasar, te invito a quedarte…!
Cuan preciada se me ha hecho tu presencia, ya no hay dolor, pero tampoco tengo paz.
Duerme conmigo… déjame en tu pecho descansar.
Tengo sueño…mucho sueño…hace tanto que no duermo,
Que ya se me ha olvidado dormir.
Quiero descansar… no puedo…quiero respirar me ahogo…
Quiero reír tu cara me dice que no…
Quiero hablar... tu boca me dice calla…
Quiero… quiero…quiero…

te estaba esperando, demoraste en llegar. Pero ya estas aquí, ¡Oh mi ansiada Soledad!.
Por: Villaerre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario así me ayudas a mejorar mi blog